miércoles, 4 de marzo de 2009
Este concepto se ha hecho muy importante en mi vida en los últimos meses.
Normalmente en casa, con los mios, me siento relativamente estable. Sin embargo en el momento que que me relaciono con grupos, siento en muchas ocasiones como hay gente capaz de restar o sumar (confianza, seguridad, buen rollo, etc.) a mi persona.
Tengo claro, que esto se debe a mi incapacidad para prestarle a la opinión de los demás la importancia adecuada. Lo que piensen los otros me importa demasiado, me hunde en la duda y me resta confianza en mi misma.
Las decisiones personales que he ido tomando para y por la crianza de mi hijo, me han colocado al margen de lo establecido socioculturalmente. Y ahora me doy cuenta que permanecer a una minoría no es fácil, por muy segura que estés de esas decisiones y de estar intentando hacer lo más adecuado. Al menos para mi.
Tengo claro, que esto se debe a mi incapacidad para prestarle a la opinión de los demás la importancia adecuada. Lo que piensen los otros me importa demasiado, me hunde en la duda y me resta confianza en mi misma.
Las decisiones personales que he ido tomando para y por la crianza de mi hijo, me han colocado al margen de lo establecido socioculturalmente. Y ahora me doy cuenta que permanecer a una minoría no es fácil, por muy segura que estés de esas decisiones y de estar intentando hacer lo más adecuado. Al menos para mi.
¡Que no te importe lo que digan los demás!, fácil de decir e incluso de argumentar, pero cuando afecta a un mar de dudas, como es mi caso... no tan fácil. Me digo, deja de sufrir y disfruta por una vez en tu vida del momento. Y los ojos de mi hijo me devuelven al paraíso. Que haría sin él?.
La clave, creo que se encuentra en el respeto. Cuando escuchas cosas bonitas sobre ti, te llenas de orgullo. Sin embargo no creo que necesitemos adulaciones, lo que todos necesitamos es comprensión y respeto. Empatía.
Cuando dos posturas que no se parecen se escuchan y respetan, se complementan en sus debilidades y suman. Cuando nos mostramos suspicaces, incapaces de escuchar alternativas por temor a sentirnos cuestionados y sembramos barreras de dogmas, restamos. Restamos oportunidades, interacciones sanas, confianza.
En el sistema actual mucha gente no se permite la duda, se anclan en lo establecido sin resquicios y alzan muros para no tener que sufrir. Pero todo pasa factura, a la familia, a la sociedad y al mundo.
Sólo los tachados de "iluminados" sufren la conciencia de saber que lo establecido no tiene porque ser lo mejor, de debatirse entre alternativas que lo alejan de muchos pero lo sitúan en algo parecido a la paz interior (aunque para muchos nunca llega), de complicarse la vida para simplificarla, de querer sumar y que les sumen. Pero es cansado, muy cansado.
Quisiera que mi cabeza dejara alguna vez de funcionar, y me imagino que lo hace, pero a veces me siento agotada. Pero no me queda alternativa. Quien es iluminado e algún momento de su vida por la circunstancia que sea ya no volverá nunca al mundo de los dogmas, tendrá que sufrir la condena de ser feliz conscientemente.
Cuando dos posturas que no se parecen se escuchan y respetan, se complementan en sus debilidades y suman. Cuando nos mostramos suspicaces, incapaces de escuchar alternativas por temor a sentirnos cuestionados y sembramos barreras de dogmas, restamos. Restamos oportunidades, interacciones sanas, confianza.
En el sistema actual mucha gente no se permite la duda, se anclan en lo establecido sin resquicios y alzan muros para no tener que sufrir. Pero todo pasa factura, a la familia, a la sociedad y al mundo.
Sólo los tachados de "iluminados" sufren la conciencia de saber que lo establecido no tiene porque ser lo mejor, de debatirse entre alternativas que lo alejan de muchos pero lo sitúan en algo parecido a la paz interior (aunque para muchos nunca llega), de complicarse la vida para simplificarla, de querer sumar y que les sumen. Pero es cansado, muy cansado.
Quisiera que mi cabeza dejara alguna vez de funcionar, y me imagino que lo hace, pero a veces me siento agotada. Pero no me queda alternativa. Quien es iluminado e algún momento de su vida por la circunstancia que sea ya no volverá nunca al mundo de los dogmas, tendrá que sufrir la condena de ser feliz conscientemente.
0 comentarios:
Publicar un comentario